A mis hijas les encanta el Flan de huevo al baño María DHUL que encuentras a vender en todos los supermercados y grandes superficies. Dhul es una marca de toda la vida, una garantía de calidad en flanes. Mis niñas devoran estos flanes. Les gustan más que los flanes de huevo que les prepara su abuela. Yo no preparo flanes de huevo porque sé que no los haría mejor que Dhul.
No son muy baratos. El pack de cuatro flanes de 110 gramos cuesta 1,90 euros. El kilo de flan de huevo sale a 45,32 euros. Te viene saliendo al mismo precio hacerlos tú en casa. Incluso te salen más caros los que haces en casa si sumas el precio de tu trabajo.
El envasado me gusta. Tienen un cartón cubriendo los envases de los flanes con las fotos del flan dado la vuelta que invita a meter el pack en la cesta de la compra. Se ven muy apetitosos en la foto. Igual de apetitosos están cuando empiezas a comerlos. Mi hermana les da la vuelta en un platillo y los deja como si los hubiera preparado ella en casa. Yo no paso tanto trabajo: los dejo en la tarrina y así se comen. No me ando con historias que sólo hacen perder el tiempo.
La única desventaja importante que le encuentro al Flan de huevo al baño María DHUL es la que tienen todos los postres lácteos: están sobrados de azúcares. Por eso son tan apetitosos para niños y mayores. El otro día estuvimos en una residencia de ancianos visitando a una tía abuela de mi marido y pude comprobar como el postre era uno de estos flanes de supermercado. Las señoras y los señores ancianos se morían por el flan de tarrina. No creo que les hiciera ningún bien. Tampoco le hacen mucho bien a los niños comer todos los días el Flan de huevo al baño María DHUL. Yo intento que mis hijas no los coman más de dos o tres días a la semana. Intento acostumbrarlas a los postres de fruta fresca.