Fue todo un acierto coger una habitación en el Hotel La Trufa Negra para pasar un fin de semana romántico. Entrabas en la habitación penumbrosa y te ponías loca. Les pedí una habitación más luminosa, pero no había. Todas las habitaciones estaban a juego con el nombre del hotel. Eran habitaciones de luz tenue, mucha penumbra y decoración moderna. Lo que más me gustó fue la cama. Era una de las camas más mullidas que había probado mi cuerpo hasta entonces.
Acabamos en este hotel no buscando un fin de semana romántico sino un alojamiento para esquiadores. Yo no soy esquiadora, pero acompaño a mi santo, un hombre que se empeña en esquiar de cuando en cuando. Yo creo que lo hace más para buscar nuevos clientes entre los ricos del país para su empresa que por lo que le gusta el deporte de la nieve. Este hotel moderno y acogedor para parejas románticas está en plena Sierra de Gúdar, en medio de la nada. Se encuentra entre las montañas, cerca de la estación de esquí de Valdelinares. Es perfecto, pues, para gente que vaya a esquiar.
No es un hotel antiguo. El hotel, que se ha construido hace poco, está decorado de forma lujosa rara y chic y consta de una amplia variedad de servicios para huéspedes exigentes a lo hora de pedir comodidades. No debes perderte su spa. A mí me dejó nueva. El spa propone los tratamientos más modernos para cuerpos cansados por el duro trabajo de oficina.
Nosotros nos quedamos a comer y a cenar. El restaurante de este hotel pintoresco prepara platos excelentes, si te gustan las trufas. Fue la desventaja que encontré en su carta: la mayoría de los platos que ofrecen están elaborados con trufas. Quedé de trufas hasta el gorro.
Recomiendo este hotel sobre todo para parejas. Tiene una decoración ideal en las habitaciones para pasar noches de amor. Otras ventajas son el parking y la conexión wi fi gratuita. Yo no puedo vivir sin la Red de Redes a mi disposición.