Compré el Turrón VICENS porque a mi hija mayor se le antojó. Yo creo que lo quiso llevar por la caja. Tiene un envoltorio que no parece de turrón. Parece un producto de comida para no engordar con su color crema clarito y un surtido de pistachos y semillas dando un toque distinto a un envasado de turrón también distinto.
El Turrón VICENS poco tiene que ver con los turrones clásicos. Es un turrón que venden en variedades tan novedosas como: mazapán-fruta, semiduro almendra, fresa y pistacho, nata y nuez o yogurt con pistacho. Las mezclas que hacen en cada tableta es lo que lo echa a perder. Nosotras compramos el de yogurt con pistacho. En mi vida había metido en mi boca una mezcla de cosita empalagosa con cosita crujiente. Mi hermana compró el de fresa y pistacho y tampoco le gustó. El Turrón VICENS no gusta en mi familia.
¿Os lo recomiendo? Para gustos colores. Yo recomiendo comprarlo, probarlo y decidir antes de llenar la despensa de tabletas de turrón que acabarás tirando. Nosotros tiramos media tableta. Y no es un turrón para tirar porque no tiene un precio nada baratito. Cuesta cada tableta de 300 gramos 5,49 euros. Fue lo que pagué yo por mi tableta de turrón de yogurt con pistacho. Lo he visto a vender en algunos supermercados todavía más caro.
Como os decía, no lo volveré a comprar. Mi hija quería probar otras variedades, pero yo no estoy para más prueba. Iré a los turrones que conozco. No está la economía de casa para andar probando turrones y tirando. Para probar están las muestras de turrones gratis.
Para lo único que compraría este turrón sería para regalar. Me parece original. Llegas con un turrón que pocos conocen y quedas como la amiga rara a la que todos admiran por apostar por la innovación culinaria. Lo malo es que muchas de mis amigas ya lo han probado. Y también lo han comprado para probar mis familiares. La gente que me rodea echa la mano a lo que se sale de lo habitual.