Mi marido quiso pasar unos días en El-Jadida en Marruecos porque es la ciudad en la que veranearon toda la vida los marroquíes pudientes. Viene a ser algo así como nuestra Marbella. Esta tranquila ciudad atlántica está a unos cien kilómetros de Casablanca.
Pasamos una semana estupenda en esta ciudad poco conocida por el turismo masivo. Me encantó la medina con sus murallas almenadas construidas por los portugueses. Los portugueses colonizadores construían tan bien como los españoles de la época. Las murallas siguen en pie y seguirán en pie años y años. Nosotros paseamos bastante por la ciudad con un guía que mi marido se empeñó en contratar. Mi santo siempre tiene todos los temores desatados en los países árabes. No era para tanto en el caso de El-Jadida. No veías malos rollos por las calles. Como os decía, callajeamos mucho por los bulevares llenos de palmeras. Parecían de postal. También era de postal la maravillosa playa. No se veía nada sucia pese a estar muy concurrida.
Os recomiendo visitar El-Jadida en Marruecos. Lo mejor de esta ciudad de veraneo de las familias marroquíes más afortunadas económicamente hablando es la medina. No debes perderte tampoco la plaza de Mohammed V donde están los restaurantes más frecuentados por los turistas. No te sale nada caro comer de restaurante en El-Jadida. Hay restaurantes que tienen platos internacionales, pero, en todo caso, la cocina marroquí es muy recomendable, sobre todo los dulces. En pasteles hay que darles un diez.
El-Jadida en Marruecos es una ciudad fácil de andar. No hace falta que alquiles un coche. Hay autobuses urbanos e interurbanos. La estación de autobuses queda a unos quince minutos de caminata de la medina. Lo que no recomiendo es coger un taxi. Cobran lo que les da la gana y nunca tienes la seguridad de ir con un taxista. No es la primera vez que en alguna ciudad de Marruecos acabamos en el coche de uno que se hace pasar por taxista. Por eso siempre alquilamos un coche.