El Hotel Plaza en La Coruña tiene una ubicación excelente para una mujer que viaja sola como era mi caso cuando me alojé en este hotel que está al lado de la plaza de Cuatro Caminos en esta bonita ciudad gallega. Te queda todo a mano. Si quieres ir de compras al viejo Corte Inglés de La Coruña sólo tienes que bajar una calle y entrar en los famosos grandes almacenes para vaciar tu tarjeta. Puedes continuar las compras en el Centro Comercial Cuatro Caminos, al que accedes desde el propio Corte Inglés.
Yo no tuve mucho tiempo para ir de tiendas porque estaba en Coruña por negocios. Una es una mujer independiente que se gana muy bien la vida al margen del marido. Pero sí tuve tiempo para subir a la piscina que tiene el hotel en la azote, no tanto para tomar el sol sino para estar cómodamente en una hamaca leyendo. Me llamó la atención que no subiera casi nadie. A mí me había hablado de la existencia de la piscina la chica de recepción. Por cierto, desde la azotea hay unas bonitas vistas de los alrededores.
Las vistas que tenía desde la ventana de mi habitación también estaban decentes. Veías el mucho tráfico que hay en la zona y las prisas de la gente a todas horas. Hay un colegio casi enfrente. Por las mañanas padres y madres cruzan la carretera con los niños. Pero no es un hotel nada ruidoso. Lo tienen muy bien insonorizado. La reforma que le han hecho hace no muchos años fue bastante acertada. Y pudo serlo más. Por ejemplo, a mí me horrorizó que el cuarto de baño de mi habitación en vez de pared divisoria tuviera cristal. Para conseguir intimidad tenías que cerrar la cortina que rodeaba el acristalamiento. Eso no está bien ni para una persona que viaje sola. Yo necesito tabiques, paredes de verdad, no un gran hermano hotelero.
Mi habitación era de las más grandes. Tenía una decoración funcional y estaba todo bien limpio. No me faltó un buen televisor, conexión a Internet gratis y un minibar con un extra a pagar si querías consumiciones de su interior. Lo que sí eché en falta fue más desayuno. Menos mal hay en la calle paralela, por detrás del hotel, una panadería del Horno Sanbrandán. Me fui allí a tomar un desayuno saludable con pan y mantequilla por pura hambre que tenía encima después del desayuno pobre que me sirvieron en el Hotel Plaza. Aún así os lo recomiendo. Por su ubicación merece mucho la pena. Yo volveré si pensarlo dos veces en otro viaje que haga sola.