Esta es una película que aprovechó el tirón que tenía Julia Roberts ya que toda la historia recae en su personaje, Erin Brockovich, una mujer divorciada con tres hijos a su cargo que acaba trabajando en un bufete de abogados. A pesar de no contar con la preparación suficiente, sus ganas y su empatía le lleva a investigar cientos de casos sobre contaminación ambiental.
A pesar de que el personaje es real, Julia Roberts lo hace totalmente suyo. Su interpretación es realmente buena, de hecho, se llevó el Oscar a mejor actriz. La historia es muy fluida. No soy demasiado fan de las películas de abogados, pero esta no es una historia al uso. Al centrarse en el personaje de Erin nos muestra un poquito más que simplemente un caso judicial, nos muestra lo difícil que es la vida a veces y que con mucho trabajo y tenacidad muchas veces se puede salir adelante. Sin embargo, no es la típica película que nos muestra las penurias, ni intenta tocarnos la fibra. La peli engancha porque es buena y punto. Bien hecha, fluida y coherente. Perfecto para entretener sin necesidad de pensar más allá de su metraje.