Nos gustó mucho el Hotel Villa Garden Braga en Portugal, un hotel que ha sido bien remodelado. El edificio fue en su día una casa de campo próxima a la ciudad. Era el siglo XIX. Hoy es un hotel con todas las comodidades que necesitas para pasar unos días de vacaciones tranquilas en esta bonita ciudad lusa.
Yo aproveché para acercarme al centro de Braga a hacer compras. Mi turismo favorito es el turismo de tiendas. Teníamos un coche alquilado que dejábamos en el parking del hotel. No nos cobraron nada por dejar el coche. Mi marido decía que teníamos el parking gratis en el paquete que habíamos comprado. Podría ser porque estábamos a pensión completa. No queríamos perder tiempo buscando restaurante por los alrededores. El motivo de nuestro viaje era laboral, no de ocio, pero siempre ponemos algo de ocio en nuestros viajes de trabajo.
Nos dieron una habitación luminosa, grande, con bonitas vistas al jardín del hotel. Teníamos dos camas: la nuestra, de matrimonio, y una cama auxiliar casi tan grande que ocuparon nuestras niñas. Dormimos cómodamente. Los colchones estaban nuevos y no los notabas nada duros. La habitación estaba pintada en un color blanco neutro que contribuía a resaltar todavía más la luz que entraba por los amplios ventanales. Los cortinones azulones nos hicieron mucha falta para poder dormir hasta las nueve sin que la luz del sol nos quitara el sueño.
Os recomiendo el Hotel Villa Garden Braga en Portugal, un hotel que queda a unos cincuenta kilómetros de Porto. Mi marido quería acercase hasta Oporto para pasar una tarde. Me pareció mucha distancia. Poca menos distancia tuvimos hasta el Parque Nacional de Gerês. Nos quedaba a cuarenta kilómetros, pero acabamos yendo porque nuestra niña grande quería ir. Una amiguita suya había estado en este parque y ella también quería vivir la experiencia. Fue un acierto. Tuvimos un día precioso para pasar unos días en plena naturaleza portuguesa. Cuando regresamos al hotel yo no podía como mis pies. El senderismo es un deporte muy cansado.