¡¡Buenas a todos!!
Tanto mi pareja como yo llevábamos un tiempo queriendo ir a este restaurante que tiene su cierta fama en Vitoria. ¿Y qué mejor ocasión que para celebrar mi cumpleaños? Pues como regalo de cumpleaños mi pareja me regaló entre otras cosas una comida en este restaurante y ahora os vengo a dar mi experiencia con el mismo. En esta ocasión me gustaría hablaros del restaurante Raíz.
CARACTERÍSTICAS
Este restaurante se encuentra situado en la ciudad de Vitoria-Gasteiz. Actúa como bar y restaurante a la vez ya que durante el día sirve diferentes consumiciones como copas, bebidas refrescantes e incluso algunos pintxos.
En horario de comidas o cenas, ya se transforma en un restaurante donde ofrecen a sus comensales diferentes platos donde se puede elegir entre carne, pescado o platos fuera de lo común estéticamente hablando.
Dispone de un teléfono de contacto al que hay que llamar sí o sí para reservar porque el restaurante se llena con bastante frecuencia. Este teléfono es el 945 42 74 44.
Su horario es de martes a domingo de 11:00 de la mañana aproximadamente, dependiendo del día, hasta terminada la cena ampliando su horario dependiendo del día también.
UBICACIÓN
El restaurante Raíz, a menos que os aconsejen en la oficina de turismo, es difícil que lo encontréis ya que se encuentra en un barrio relativamente nuevo y que está alejado del centro de la ciudad.
Se ubica en el barrio de Zabalgana exactamente en la calle Bastida, que cuenta con una plaza peatonal. En frente encontraréis una caja Vital por si necesitáis sacar dinero o diversos bares por si queréis tomaros antes una copa.
DECORACIÓN
La decoración de este restaurante no la he visto igual en ningún sitio. Nada más que entras al negocio te llama la atención la parte superior del restaurante, es decir, su techo. Del mismo salen numerosos tubos colgados de colores apagados, colores entre marrones, rojos y amarillos otoñales.
Bajo mi punto de vista no sé que enfoque le han querido dar a este restaurante pero lo que me parece a mi es que le han querido dar el aspecto de estar comiendo bajo tierra.
Los tubos que cuelgan de arriba me parecen o creo que se quieren asemejar a numerosas raíces como si estuviéramos bajo un árbol. El resto de las paredes entre los ladrillos y la zona de la barra que la han pintado con tonos oscuros marrones, se me asemeja a la tierra.
Bajo mi punto de vista original y poco visto. Ya que dándole colores apagados al local no lo han convertido en nada lúgubre.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Tengo que confesaros que en toda mi vida he ido a este restaurante en dos ocasiones. La primera vez fue con unos amigos que estuvimos en una mesa bien larga pero ya no recuerdo qué comimos ni nada, la segunda vez fue la semana pasada donde pude disfrutarlo de nuevo, esta vez con mi pareja e hijos.
Pues llegado el día de la reserva nos dirigimos hacia allí ya que teníamos la reserva a las 14:00 horas. Nos fuimos andando desde casa, dando una vuelta ya que nos pilla cerca de donde vivimos.
Al llegar mi sorpresa fue que el bar estaba petado de gente. Estaba toda la barra llena de gente tomando el vermú típico de los domingos. Al lado de la barra ya había una zona de comedor y algunas mesas pegadas a la zona de la barra donde se podía leer en todas ellas la palabra reservado.
Justo había una mesa al lado de la barra que ponía reservada a las 14:00 horas. Suponía que esa era nuestra mesa y así fue. Así que en un lateral pudimos meter el carro de bebé, cosa que ya habíamos avisado con antelación y nosotros bien sentados, aunque estábamos muy cerca de la barra, particularmente no me molestaba, aunque era bastante frecuente el ir y venir de gente que entraba y salía.
Nos comentó la camarera muy maja que a esas horas era normal que estuviera el bar tan lleno pero que luego la gente ya se iba a su casa y el comedor se queda más tranquilo. ¡Y así fue!
Como hacía ya tanto tiempo que no iba y mi pareja iba por primera vez, en el momento de darnos la carta estábamos un poco perdidos. La camarera nuevamente fue súper simpática y nos explicó toda la carta lo que ella pediría seguro, lo que estaba buenísimo y lo que no tanto y además según pedíamos platos nos iba aconsejando si media ración o entera y la cantidad de comida pensando que solo éramos dos.
El primer plato que nos trajeron fue carpaccio de cecina con láminas de foie y mermelada de tomate. Este plato nos comentó que no podía ser medio por las condiciones del plato, el carpaccio era súper fino y se deshacía en la boca. No os podéis imaginar lo bueno que estaba este plato. Nos encantó.
El segundo plato que nos llegó fue la ensaladilla de jamón con alcachofas fritas. Tengo que confesar que es escuchar la palabra alcachofa y me echa para atrás. Pero bueno, quise probar este plato como algo diferente. Cuando llegó el plato visualmente tenía muy buena pinta y ya en cuanto lo probamos nuevamente nos encantó.
El tercer plato fue fideua de sepia con salsa moruna. Este plato personalmente fue el que más me fascinó por su sabor y presentación. Estaba súper bueno, la fideua estaba en su punto, bien hecha y la salsa moruna le daba un toque a este plato.
De cuarto plato pedimos la espada. Nos comentó la camarera que todo el mundo la pedía, que era como plato estrella. Nosotros nos animamos pero bajo mi punto de vista y para mi pareja fue el plato que menos brilló de toda la comida. La verdad que viene en un artilujio de metal colgado como una espada pero no deja de ser un pincho moruno de carne con patatas fritas. De sabor no estaba mal pero como hablamos mi pareja y yo es un plato que puedes comer en casa, que es muy común y fuera de lo normal. Las patatas estaban muy buenas, tengo que confesarlo.
Llegó el momento de los postres. Personalmente pedí un goxua, postre típico vasco pero me llevé un poco chasco, aunque estaba bueno, pero no era lo que suelo estar acostumbrado a comer como goxuas. El postre de mi pareja era tarta de queso con helado de frutos rojos. Este postre sí que me gustó, mucho más que el mío.
Hubo un pequeño conflicto durante la comida y es algo que lo veíamos venir. En el momento de sentarnos en la mesa y con el espacio necesario para meter nuestro carro de bebé, llegó otra familia con otro carrito de niño y ya hubo un problema de espacio. Como que la otra familia no podía sentarse. Ellos alegaron que habían avisado y nosotros también, así que fue un poco desorganización del restaurante. Igual el afán de tener a gente metida. Se solventó el problema moviéndonos nosotros mientras estábamos comiendo pero no teníamos por qué.
El precio de todo fue de unos 48 euros aproximadamente. Me parece un precio que después de todo lo que probamos, de todo lo que comimos y de la calidad de la comida me parece un precio que está muy bien.
CONCLUSIÓN
Después de todo lo argumentado entenderéis que es un restaurante al que volvería de nuevo. Me encantaron todos sus platos, su sabor, cómo estaban preparado cada uno de sus platos. Lo que no volvería a pedir por ser poco novedoso es la espada, lo demás por supuesto que sí. Os lo recomiendo.
Un saludo a todos.