¡¡Muy buenas a todos!!
Han sido varias las veces que he ido a cenar a este restaurante de Vitoria, creo que exactamente han sido tres veces, y os quiero comentar mi experiencia. En esta ocasión os quiero hablar del restaurante Conde de Álava.
Este restaurante no se encuentra precisamente en el centro de Vitoria aunque su situación no es por ello que sea mala ni mucho menos. En pocos minutos andando vamos a estar en el centro, pero se encuentra justo al lado de la Avenida Gasteiz, junto al Palacio de Congresos. A pocos metros vamos a encontrar una parada de tranvía y varias paradas de autobuses urbanos.
Para acceder al restaurante hay que bajar unas cuantas escaleras pues todo el establecimiento se encuentra en un sótano. Desconozco si tiene medios especiales para gente con ciertas minusvalías pero apuesto que con el nivel que tiene, seguro que tiene algún método para darles acceso. Nada más bajar las escaleras nos vamos a encontrar con una pequeña recepción, por llamarla de alguna forma. Allí os encontraréis a uno de los empleados que os informará de la mesa que esté libre o la mesa que hayáis reservado.
En mi caso siempre hemos ido con mesa reservada, desconozco si os van a atender sin haber reservado. Yo os recomiendo que reservéis siempre unos días antes porque el restaurante es bastante famoso, con buena fama y se suele llenar. Y no me extraña que tenga buena fama, pues las tres veces que he ido he salido bastante contento y en una de las cenas tuvieron un detalle bastante bueno conmigo, luego os comento.
En total conozco de este restaurante dos comedores, uno es mucho más grande que otro. Yo he tenido la oportunidad de cenar dos veces en el grande y una en el pequeño, en una mesa redonda. En el otro comedor siempre he cenado en mesas bien largas, pues éramos unos cuantos los que nos habíamos reunido. En una ocasión una cena de amigos y en otra ocasión una cena de cuadrilla de blusas.
El precio que elegimos de menú viene siendo unos 30 y algo Euro, pero merece la pena pagarlo por lo bien que se cena, la calidad de los platos y las cantidades. Nada más sentarnos suelen tener los típicos entrantes para picar: jamón, variedad de patés, ensalada variada, gambas cocidas y así. Después de picar un poco te va sirviendo otros platos en donde podremos degustar penca con jamón york y una salsa amarillenta. Mira que yo no soy nada apasionado de las pencas, pero este plato está sabrosísimo. Mientras van sirviendo estos platos van preguntando a la gente que vamos a querer como segundo plato. Ofrecen gran variedad de ellos, yo siempre elijo carne, solomillo. Entre los pescados que ofrecen está la merluza de los que recuerdo. Nuevamente el solomillo está en su punto, bien tierno y bien sabroso, acompañado de patatas.
En los postres no te dan a elegir, al menos en el menú que elegimos nosotros siempre. Viene siendo un buen trozo de contesa bañado por chocolate caliente líquido. Ese contraste de frío calor hace un efecto extrañísimo, pero aun así el postre es una delicia. En cuanto a la atención de los camareros: muy buena, atentos y muy educados, pocas veces falta algo en la mesa y si falta tardan muy poco en reponerlo, y eso que el comedor es bien grande.
Se me ha olvidado comentaros que tienen un apartado en el comedor que es un ropero, donde poder dejar las chaquetas cazadoras y demás sin la preocupación que se manchen.
Os comentaré el detalle que tuvo este detalle conmigo. En un momento dado trabajaba e iba a llegar más tarde de la hora de inicio que tenían reservada mis amigos. A ellos les fueron poniendo los platos mientras iban cenando, pero en cuanto llegué yo me fueron sirviendo los platos o raciones que me correspondían, incluyendo los primeros platos centrales en común para todos, ¡¡me pareció todo un detallazo!!
Como habéis podido comprobar siempre mi opinión es bastante buena y es que siempre he salido bastante satisfecho, tanto en el trato, en el sabor de los platos y en el servicio. Os lo recomiendo.
Un saludo a todos.