Compré la Placa de inducción BOSCH PID631BB1E porque es una encimera de inducción con frontal biselado y sin marco. La había visto en la casa de una amiga y me pareció bonita tan negra y tan poco manchadiza. Eso no quiere decir que no la tengas que limpiar, por supuesto que la hay que limpiar, pero parece que no se le pega tanto la suciedad como otras placas de inducción que pasaron por mi casa.
No es barata. Me costó 549 euros. Mi marido no quería comprarla por el precio. Yo le dije que era una inversión. Tiene tres zonas, touchSelect, una zona de 32 centímetros. Me parecía la placa ideal para que mi madre pudiera cocinar cómodamente cuando viene a mi casa a hacer de canguro de sus nietas. A las abuelas hay que tenerlas contentas para que te ayuden.
Sus medidas son de 56 centímetros de ancho y de 49 centímetros de fondo. Se hace notar en la cocina. Pero vale para cualquier cocina. Mi amiga tiene una cocina más pequeña que la mía y se ha atrevido a meterle una Placa de inducción BOSCH PID631BB1E. Me dijo que quería cocinar cómoda. Yo estoy con ella. La comodidad es muy importante a la hora de moverte en la cocina con ollas y sartenes.
Otra ventaja por la que la recomiendo es por su bajo consumo. Se nota en la factura de la luz que no consume tanto como otras placas de la competencia. Se nota también su marca: Bosch no defrauda. Nos brinda un producto fantástico para las amas de casa y amos de casa que cocinamos mucho en nuestros dulces hogares.
Os la recomiendo muy mucho. Es una placa segura para casas con niños, fácil de limpiar, rápida. Yo todavía le estoy cogiendo el truquillo. Por ejemplo, me lío un poco con la programación del tiempo de cocción: apaga la zona de cocción seleccionada una vez transcurrido el tiempo establecido. Es donde más me enrollo. Mi madre, en cambio, hace la programación como una experta.
La volvería a comprar ahora mismo por su Función Sprint, una función que reduce el tiempo de calentamiento de grandes cantidades de agua y otros líquidos hasta en un 50%. ¿Quién da más? La única desventaja, como os he dicho, es el precio.