Fuimos en noviembre a Madagascar. No es la mejor época para ir a este país africano bastante alejado de los circuitos turísticos masivos. Pero la época pudo haber sido peor si fuéramos entre diciembre y febrero. Mi chico quería ir en el mes de febrero. Le dije que ni loca. Entre diciembre y febrero llegan las lluvias y los ciclones. Marzo, abril, mayo y de julio a octubre son las mejores épocas para dejarse caer por Madagascar.
Estuvimos en la costa sur-oeste. Es una zona muy remota, muy desértica. Vimos pueblos de pescadores y casas tan precarias que daban pena. En el sur de Madagascar hay mucha pobreza.
También hay sitios pensados para turistas. Nosotros nos fuimos a una reserva y vimos unas serpientes que metían miedo. Mi marido quería hacer como casi todos los turistas: subirse una cobra al cuello para que le sacara una foto. Le dije que no se lo permitía. El padre de mis hijas no iba a morir a causa de una picadura de una víbora. Los hombres no saben lo que hacen.
Lo que sí me gustaron fueron los arrozales. Son preciosos. Nosotros hicimos un viaje mochilero. Aprovechando que las grandes ciudades de Madagascar están unidos por autobuses. Los hay de servicio vip y premium. Viajas como si fueras en un autobús de Alsa por España. Lo que no os recomiendo es subir a los taxi bus africanos. No son más que una furgoneta.bus con plazas para algo menos de veinte personas bien amontonadas. Los había algo más cuidados, pero no me subí ni loca. Mi chico quería probarlos. Vuelvo a decir que los hombres no saben lo que hacen. Fijo que cogías una peste allí dentro en un espacio de gente amontonada.
Fue una pena que el tiempo no estuviera para disfrutar las playas. Vimos unas playas kilométricas, rodeadas de vegetación. Detrás de la vegetación está el desierto más desierto que te puedes imaginar.
Os recomiendo visitar Madagascar, sobre todo el sur. La gente es pobre y les viene muy bien el dinero de los turistas extranjeros. Lo mejor que puedes hacer por ellos es ir a consumir en sus pequeños negocios. Es una zona donde no hay luz eléctrica ni agua potable en muchos pueblos. Por cierto, vimos una cordillera arenisca que me recordó el Gran Cañón de Colorado.