Mi prima celebró su boda en La Posada de Amonaria en Malpartida de Plasencia, Cáceres, una casona de labranza del siglo XIX que quedó muy bien en las fotos. Parecía la boda de una famosa. Sólo faltaban los paparazzi a la puerta de la iglesia.
Nosotros tuvimos la suerte de conseguir habitación en la misma Posada de Amonaria en Malpartida de Plasencia, Cáceres. Falta nos hizo porque las niñas iban de niñas de arra de los novios. Así nos quedó todo a mano. La posada sólo tiene seis habitaciones. Ese fin de semana hicieron su agosto con la familia. Las seis habitaciones estaban cogidas y más cogeríamos si tuvieran más para alquilar.
La Posada de Amonaria en Malpartida de Plasencia, Cáceres es bonita. Su patio, la palmera centenaria, los techos de chilla y una bodega que vivió mejores tiempos. La bodega, según nos contaron los dueños, hace años producía vinos para toda la comarca. Vendieron muchos vinos antes de meterse en el negocio del alquiler de habitaciones a turistas. Los tiempos cambian. Supieron adaptarse a los nuevos tiempos.
Lo que más me gustó de La Posada de Amonaria en Malpartida de Plasencia, Cáceres, fue el comedor que tienen con una chimenea de cantería. Le saqué fotos para copiarla en mi casa de campo. Me encantó la chimenea. Mi chico decía que costaba mucho. No sabe soñar. Si dejas volar tus sueños, acabas consiguiendo lo que sueñas. Yo sé que conseguiré tener en el salón de mi casa de campo una chimenea tan bonita como la que había en el comedor de La Posada de Amonaria en Malpartida de Plasencia, Cáceres, donde se celebró el banquete de la boda de mi prima. No éramos muchos y cupimos todos. Fue una boda íntima. Sólo los novios, las niñas de las arras, los padrinos y los padres respectivos.
Os recomiendo La Posada de Amonaria en Malpartida de Plasencia, Cáceres. Nuestra habitación era amplia, luminosa, con la misma decoración rústica que había en toda la casa y con muebles de anticuario. La cama parecía una herencia de los Reyes Católicos. Me quedó la espalda dolorosa con la dureza del colchón que le habían puesto. Lo mismo dijeron los novios de su cama. Pero les vino bien porque así no quedaron dormidos después de la noche de miel.
Os recomiendo también no perderos ver el universo celestial con un señor que te habla de las estrellas. Tienen una especie de mirador de estrellas muy de andar por casa. Pero le encantó a todo el mundo. Mis hijas no querían acostarse. Si se lo permito, se hubieran quedado las dos noches que pasamos allí mirando las estrellas del firmamento de este mundo nuestro.