Europa es bonita dice mi marido. España lo es más le contesto yo. Al final gana mi esposo y decidimos hacer un viaje a la Europa bonita más desconocida: Bohemia del Sur, en la República Checa. Fue la celebración de un aniversario más de nuestra boda. Por eso fuimos solos. Las niñas quedaron con mi suegra.
La República Checa es un país sin salida al mar, pero está sobrado de agua. Hay lagos y muchos ríos, uno de estos ríos es el famoso río Moldava, cuyo cauce discurre por Bohemia del Sur. Hablando de lugares bellos, hay que reconocer que Bohemia del Sur es posiblemente la zona más bonita de la República Checa.
Nosotros recorremos Bohemia en coche. Llegamos en un vuelo de Madrid a Praga. En Praga alquilamos un coche y nos vamos adentrando en carreteras poco transitadas. Casi sin darnos cuenta estamos en la República Checa. Nos sorprende el tamaño del país. Mi marido se lo había imaginado más grande. Bohemia del Sur viene siendo una región del tamaño de nuestra Navarra española. Vemos muchos bosques verdes, vegetación frondosa, mucha agua. Vemos ciudades pequeñas. A mi marido le gustó mucho una ciudad minera.
Por fin llegamos a la capital, la ciudad más grande de Bohemia del Sur, una ciudad llena de encanto. La capital de Bohemia del Sur es una ciudad universitaria, comercial e industrial. Posee un precioso centro histórico, declarado Monumento Nacional, donde la Edad Media se mezcla con edificios del Renacimiento y el Barroco. La plaza Mayor está dedicada al rey bohemio Premysl Otakar II, con una singular superposición de estilos. Mirando las fachadas de monumentos y casas asistes a una lección de Arte in situ.
Cansados de la capital, fuimos directos hasta Český Krumlov, una ciudad de unos 13.000 habitantes con monumentos históricos, museos y galerías. Parece una ciudad de cuento. Cuando cruzas sus puentes sobre el río Moldava tienes la sensación de andar perdida por la Edad Media. Dicen que en el año 1253 ya existía. Es una ciudad muy antigua que tuvo su época de esplendor en el medievo.
Tuvimos tiempo para acercarnos hasta el Castillo y palacio de Český Krumlov. Allí fue donde nos sacamos casi todas las fotos de felicidad conyugal, aprovechando que coincidimos con unos españoles que hicieron de improvisados fotógrafos. Es el segundo complejo palaciego más grande de la República Checa. Había un jardín precioso con una fuente de cascadas. En verano hacen representaciones teatrales. No coincidimos con ninguna. Yo ya tuve bastante teatro mirando el foso de los osos. Impresiona.
Os recomiendo visitar Bohemia del Sur. No debes perderte el lago Lipno. Lo llaman el mar checo. Nosotros visitamos sus arenales y por la tarde asistimos a la impresionante puesta del sol. Mi marido y yo dejamos pendiente para otro viaje una visita a la sierra Šumava. Será cuando organicemos un viaje centrado más en la Naturaleza.