Para comprar una tablet buena tienes que gastar dinero. Cansada de las quejas de mi hija mayor, me decidí a abrir la cartera y comprarle la Tablet A7 de Samsung, una tablet con 3 GB RAM que le vale para navegar por la Red de Redes con soltura. Es lo que hace mi chiquilla. La tarea del colegio prefiere hacerla en el ordenador portátil.
Espero que le dure. Me costó esta tablet 229 euros. Se la compré en el Carrefour porque daban un vale de 45 euros. Estoy gastando en vale en mis visitas a este famoso centro comercial. El vale me vino de cine. Todo lo que sea ahorrar es bien recibido en mi casa.
La tablet A7 de Samsung tiene un tamaño grandecito. Mide 26,4 centímetros. Su pantalla es de 10,4 pulgadas. Se ven bien las imágenes, los vídeos de Youtube. Su sonido es bueno. Lo mismo puedo decir de las fotos que sacan sus dos cámaras. Cuenta con una cámara frontal de 5 mpx y con una cámara trasera de 8 mpx.
Otras características que destacaría es que utiliza el sistema operativo Android. No hay queja todavía. Cruzo los dedos. Mi chiquilla enseguida encuentra fallos. Todavía no ha encontrado ninguno. Las 32 GB de almacenamiento le dan para ir tirando. Ya le dije que vaya sacando archivos para un pen drive. Tiene la manía de guardar todo en la memoria de almacenamiento de las tablets.
Os la recomiendo. La tablet A7 tiene una batería de 7.040 mAh. No está mal. Es de las tablets a las que le duran más las baterías. Una ventaja a tener en cuenta.
Su diseño, en cambio, es del montón: color negro, un marco que no sabe de estrecheces y una pantalla que le mete su peso. La encuentro tan pesada como todas las tablets. Todavía no han inventado las tablets peso pulga. Todo se andará. Seguro que los amigos de Samsung hacen posible el milagro un día de estos.