El Tendedero Alas Capry de Cuncial es un tendedero de abrir y cerrar que hace su servicio. No te vale para tender una sábana porque su tamaño es lo que es, pero si para tender prendas pequeñas. La gracia del tendedero está en que lo puedes quitar cuando no lo usas. Esto lo hace ideal para una pequeña terraza.
Yo lo coloqué en una esquina de mi terraza. Lo pongo y lo quito. Con sus 180 centímetros está haciendo su trabajo incluso mejor de lo que yo esperaba. Pensaba que no me iba a salir tan estable. Se aguanta bien sobre sus soportes reforzados con un antideslizante. Las cuerdas y la parte superior, donde se sujetan, es de color blanco. Las patas cruzadas son de color cobre. Esto evita que sea manchadizo. La suciedad siempre se le ve a los tendederos plegables en las patas. Hubiera sido poco práctico que las tuviera pintadas de blanco.
Os lo recomiendo. El Tendedero Alas Capry Cuncial resulta casi una necesidad, sobre todo si vives en una vivienda pequeña. Aunque no tengas terraza para colocarlo, lo puedes poner en una habitación con las ventanas abiertas para que te acaben de secar las prendas que quitas de la secadora a medio secar. No se puede secar todo al cien por cien en la secadora porque te arruinarías.
Este tendedero me costó 9,95 euros. Me parece que tiene un precio razonable. Comprar unas cuerdas de tender ropa para fijar de pared a pared te sale casi al mismo precio. Así, con el tendedero, te evitas veinte minutos de bricolaje. Sólo hay que colocarlo y tender la ropa.
No sé el tiempo que me durará. Cuando se le aflojen las cuerdas seguro que acaba en un cubo de reciclaje. Se debe reciclar todo. Tuve un tendedero muy parecido que se me fue por las cuerdas. Por eso no me hago muchas ilusiones con este tendedero. Procuraré que dure no colgando ropa que pese mucho.