Una casa rural en los alrededores de Madrid

Acerca de:Hotel Molino de Alcuneza [Sigüenza]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
No hace falta andar muchos kilómetros para encontrar una casa rural bonita. El Molino de Alcuneza en Sigüenza, Guadalajara, está en los alrededores de Madrid. Sus dueños supieron sacarle partido a un viejo molino de agua, convirtiéndolo en un coqueto hotel rural.

Me alojé en este pequeño hotelito rural con mi marido. Viajamos a Sigüenza para la boda de unos amigos y elegimos el Molino de Alcuneza para hospedarnos por recomendación de esos mismos amigos que se casaban. Habían conocido a la dueña. Antes de probar suerte en la hostelería, tuvo una tienda de confección en Sigüenza.

No dieron una habitación con una gran cama de matrimonio debajo de un techo cruzado por vigas de madera apoyadas en columnas, también de madera, pegadas a las paredes pintadas de blanco. Unos cuadros con imágenes campestres enmarcadas le daban un toque de hogar a una estancia que te hacía pensar en la casa de unos abuelos de otros tiempos. La habitación olía a campo, igual que el resto de estancias de la casa.

No faltaba una chimenea en un salón común. De noche veías como el humo subía hasta el cielo cuajado de estrellas. Mi marido decía que olía a humo. Yo sólo notaba en mi nariz olor a manzanas frescas, a las manzanas de los campos que rodeaban el molino. Esas mismas manzanas nos las sirvieron en el desayuno. Fue lo que comí. Me encantan las manzanas recién recogidas del árbol.

Os recomiendo el Molino de Alcuneza para pasar unas vacaciones tranquilas sin alejarte mucho de Madrid. Todas las habitaciones son distintas, teniendo en común una decoración campestre en la que no faltan los aperos de labranza como elementos decorativos. La nuestra era la habitación más grande. Tenía un altillo en el que habían colocado un baúl y una rueca de hilar.

Seguro que volvemos, aunque sólo sea para saborear las deliciosas truchas de río de las cenas. Me encantaron. El hotel está muy caldeado. Es ideal para los meses fríos de invierno. Se accede por la N-II hasta Sigüenza y, luego, tomando el desvío a Medinaceli, a unos cinco kilómetros.

Nosotros apenas salimos. Quedamos muy cansados de la fiesta del bodorrio de nuestros amigos. Por eso queremos volver. Mi marido se quedó con ganas de hacer senderismo por la zona. Yo hubiera ido a ver el Museo de Arte Antiguo de Sigüenza de haber tenido tiempo. Ya estuve por allí hace años. Me estoy aficionando al Arte, igual que mi niña mayor.
Fecha:17:16:21 01/03/21
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes