Echo de menos mis viajes al extranjero, por ejemplo a Marruecos. Me encantan las ciudades pequeñas de nuestro país vecino. Por ejemplo, Volubilis, una ciudad de unos 25.000 habitantes próxima a Mequínez. Es una ciudad con un pasado romano del que hablan sus múltiples ruinas.
Nosotros fuimos a Volubilis porque una amiga arqueóloga me había hablado maravillas de la colección de mosaicos romanos de esta ciudad. Esta colección atrae muchos turistas extranjeros. Pero es para pensar ir por allí en verano. Cuando estuve con mi marido las temperaturas eran bastante elevadas. Era el mes de julio. Caía un sol de justicia durante todo el día.
Volubilis fue fundada el año 25 a.C. por Yuba II, el rey berebere de Mauritania. Durante el Imperio Romano la ciudad floreció. En el siglo II era la capital de la provincia de Mauritania Tingitana. Fueron sus años dorados. Lamentablemente, vinieron malos tiempos para Volubilis cuando en el siglo VIII Muley Idriss se llevó a la mayoría de la población a Mequínez y a Fez. En Volubilis quedaron los judíos y los bereberes cristianizados.
Mi marido y yo recorrimos la ciudad a pie acompañados por un guía de confianza. Pudimos ver las viejas murallas que rodean buena parte de la urbe. Seguimos un camino hasta la Casa de Orfeo. Allí vimos el maravilloso mosaico que sirve de pavimento. Es el que le da nombre a la casa. Mi marido no se cansaba de ver ruinas. Me sacó unas fotos para nuestra Historia Familiar delante de unas columnas corintias que se mantienen en pie por encima de las ruinas del Capitolio. Yo también estaba en pie ante el viejo templo caído. Más ruinas vimos en el Decumanus Maximus, un amplio bulevar que disfrutaron los antepasados de los actuales habitantes de Volubilis. Siguiendo este amplio bulevar llegamos a la Puerta de Tánger, un arco por el que se sale de la ciudad en ruinas. Yo no podía más. Tienes que subir una cuesta que quita el aliento. Me alegré haber llevado un coche. Lo necesitaba para regresar a Mequínez, la ciudad donde nos alojábamos.
Os recomiendo visitar Volubilis. Cuando estuvimos nosotros había muchos turistas. A la gente le gustan las ruinas del Imperio Romano. Es una pena que todas aquellas piedras caídas no estén de pie. En su día Volubilis era una ciudad espectacular, como todas las ciudades que florecían en el Imperio Romano. Yo hubiera vivido como una reina en la Casa de Orfeo. Me imaginaba pisando descalza aquellos suelos con mosaicos mientras una doncella me preparaba un té. La vida puede ser maravillosa en cualquier época. Sólo necesitas tener la suerte de que la fortuna te acompañe.