Año nuevo, lavadora nueva dijo mi marido. Acepté su propuesta. Fuimos en familia a la tienda de electrodomésticos de gama blanca y regresamos a casa con la Lavadora 3TS-971BE de Balay. A cambió dejamos 299 euros. No era cara.
Mi marido está más contento con la lavadora que yo. Lo tiene enamorado la marca Balay. Yo no estoy tan enamorada desde que comprobé que esta lavadora no es tan silenciosa como nos dijeron en la tienda. Su motor Extrasilence es casisilence. No digo que no tenga menor nivel sonoro que los motores de otras lavadoras de la competencia y/o de la misma marca. Digo que yo escucho la lavadora trabajando. Afortunadamente, duermo lejos de la lavadora. De tenerla al otro lado de la pared de mi cuarto, dudo que pudiera conciliar el sueño.
Los amigos de Balay confían en el motor de la lavadora. Nos dieron una garantía de diez años. ¿Durará diez años sin estropearse? Cruzo los dedos. En todo caso, seguro que antes de diez años, echo esta lavadora de mi casa. Espero que inventen lavadoras mejores. Por ejemplo, lavadoras que laven sin agua. El agua es un bien escaso en la naturaleza.
Echó en falta una mayor capacidad por parte de la lavadora. Sólo le caben 7 kilos de ropa. Deberían caberle dos kilos más. Sus 1200 revoluciones por minuto darían para más carga. También la mucha energía que consume. Tiene calificación energética D.
Os la recomiendo pese a lo mejorable que es. La Lavadora 3TS-971BE cuenta con un sensor 3D para distribución de ropa en el tambor. La inteligencia artificial consigue distribuir la ropa dentro de la lavadora mejor que lo harías tú.
La mía funciona bien. Esto es lo importante. No sé si la volvería a comprar, pero lo cierto es que no me arrepiento de haberla comprado. Mi marido es feliz con una lavadora de diseño igual al de las lavadoras de toda la vida y una puerta en su parte frontal para introducir la ropa sucia. Mi santo es un clásico. No pide diseños rompedores para la lavadora que nos lava la ropa. Es feliz al saber que nos vino con una garantía de 10 años. El pobre piensa que no voy a comprar otra lavadora antes de una década. Está muy equivocado: me gusta estrenar electrodomésticos.