La moda del teletrabajo nos ha hecho comprar escritorios para trabajar en casa. Yo compré el Escritorio LILLÅSEN de Ikea. Parece que aguantará bastante tiempo en mi casa. Nos ha salido resistente.
No esperaba menos. La madera de bambú suele dar buenos resultados. Además, es madera tratada, es decir, preparada para que dure años y años sin que la carcoma haga mella en ella. No es todo bambú. Tiene un tablero de fibras y chapa de melanina en el fondo del cajón.
Hubiera preferido que fuera bambú cien por cien.
Su diseño es muy sencillo. Tan sencillo es que te parece caro. Cuesta 139 euros. Casi te lo haría más barato un carpintero. Lo único que justifica algo el precio es su estructura metálica pintada de color negro. Los hierros no los regalan.
Os recomiendo el escritorio. Vale tanto para una persona mayor como para un niño. Queda bien en cualquier estancia. Las cosas sencillas son muy versátiles. Incluso le puedes dar una segunda vida como mueble auxiliar, cosa que no descarto. Una se cansa de tener siempre el mismo escritorio.
Otra ventaja es lo fácil que resulta su limpieza. e pasas una bayeta húmeda en agua jabonosa y dejas este sencillo escritorio limpio como una patena. Yo aprovecho la limpieza para apretarle las tuercas. Si se le aflojan, puede darte un susto. Es mejor prevenir que lamentar.
El escritorio no tiene ningún mueble a juego. Lo venden suelto. Me hubiera gustado que hubiera, por ejemplo, una cama a juego. Aunque tal vez sea mejor que no la haya. No quiero ni imaginar el precio de la cama. Ikea ha dejado de ser una tienda de muebles baratos. Parece que no tienen en cuenta que hay que montar sus muebles. Este escritorio lo montó mi marido con cierta facilidad porque mi santo es un experto en el montaje de muebles Ikea.