El Parador de Zafra en Badajoz fue un alojamiento inolvidable para nosotros. Mis hijas hicieron la realidad su sueño de ser las princesas de un castillo. Este parador extremeño está en un castillo del siglo XV. En su arquitectura ves reflejado un resumen de la Historia del Arte.
Mirando la fachada del parador, descubrimos elementos mudéjares, herrerianos y barrocos. Los dueños lo fueron modificando al gusto de la moda arquitectónica. Antes de haber en Zafra un castillo-palacio, se levantaba en la misma ubicación un alcázar árabe. Vinieron los de la reconquista y lo arrasaron, para levantar un nuevo edificio más a su gusto. Para la construcción utilizaron las piedras viejas. Los destructores hicieron un buen reciclaje. El resultado fue un castillo robusto. Podían estar tranquilos allí dentro. Si no tiraban la puerta, estaban seguros. Nadie les podría hacer daño.
No me extraña que Hernán Cortés fuera uno de los ilustres huéspedes que pasaron por sus camas. Mi marido pidió la habitación del legendario conquistador. Le dijeron que era la habitación que nos habían dado. Lo dudo. Nuestra habitación no era muy grande. No me imagino a Hernán Cortés durmiendo en una habitación de tamaño mediano. Casi era más grande la habitación que les dieron a mis niñas. Las dos habitaciones estaban decoradas con mobiliario con aspecto antiguo. La cama parecía haber sido bastante usada. A los turistas les gustan mucho los castillos. Este Parador de Zafra debe ser uno de los paradores más demandados para pasar unos días tranquilos.
Os lo recomiendo. También os recomiendo su restaurante. Todos los platos típicos que sirven están deliciosos. Yo engordé un kilito con la caldereta de cordero. Estaba que te chupabas los dedos. Y lo dice una persona a la que no le gusta mucho la carne de cordero. El solomillo ibérico al queso de los Ibores fue la perdición de mi marido. Gastó más dinero del presupuestado en comida. Lo consolé diciéndole que hasta las niñas habían comido sin protestar. A mis hijas les encantaron las migas extremeñas. Son unas niñas muy de postre. Si las dejara, se alimentarían cien por cien con postres.