El Hotel Balmes Residence es un alojamiento antiguo modernizado. Sus dueños descubrieron la gallina de los huevos de oro y metieron unos pisos antiguos a apartamentos turísticos. Nosotros lo pasamos bien en el pisito que alquilamos. Sólo por la decoración original valió la pena pagar la experiencia.
Te dicen que es un alojamiento lujoso. Yo no diría tanto porque en la restauración hicieron más bien un apaño resultón. Ves alguna pared de ladrillo vista dando un toque rural que chirría con una cocina de nuevo apartamento impoluta.
Vas a la sala de estar y encuentras unos techos en los que no quitaron el adorno de piso viejo. El mismo techo lo encuentras en una de las habitaciones. Esa habitación de techo antiguo se la dejamos a las niñas. Nosotros nos quedamos con la habitación más moderna, de luz tenue, cortinas oscuras y gran televisor de plasma. En la pared nos dejaron un cuadro que era una auténtica obra de arte: el autor había colocado un trozo de arpillera. Mi marido decía que lo habían comprado en Fitur.
Si quieres una de estas superfluamente lujosas suites y apartamentos las encuentras en el distrito del Eixample de Barcelona. Te queda todo a mano. Puedes hacer turismo cultural por la Ciudad Condal sin necesidad de recurrir mucho al transporte. También te quedan a tiro de piedra las mejores tiendas de marca. Mi marido temblaba cuando salía por la puerta diciendo que iba de compras.
Os recomiendo estos apartamentos. Tienen su gracia. Es una pena que sean tan caros. Pero el precio no importa cuando quieres pasar unos días de felicidad con tu familia. Ya aparecerá el dinero cuando tienes un marido currante y tú misma eres una curranta todo terreno.
En los apartamentos del Hotel Balmes Residence tienes una conexión wi fi divina. Mi marido y yo pudimos trabajar como en casa. Era como estar en una oficina con mis hijas jugando en el salón de alado. Sencillamente genial.
En la cocina nos dejaron todo el menaje necesario para cocinar todas las comidas del día. Les dije a las niñas que mamá iba a ponerse el delantal. Se prepararon para comer mi gastronomía de hervidos. Hice comida sana en aquellas ollas de acero inoxidable que nos habían dejado. Apenas utilicé el microondas.