Cuando vamos al pantano de San Juan en Madrid solemos entrar en El Bosque Encantado, un jardín botánico de pago. Está en San Martín de Valdeiglesias, un pueblo de la sierra oeste de Madrid.
Queda un poquito lejos de Madrid ciudad. Hay más de 70 kilómetros desde el centro de la capital. Casi me lo pensaría para acercarme en caso de ir solo al Bosque Encantado. Esta visita me gusta añadirla a una tarde de senderismo por la zona o a unos paseos de turismo cultural. Mis hijas siempre quieren acercarse hasta el famoso castillo de la Coracera, una fortaleza de los alrededores próximos.
Es fácil encontrar el Bosque Encantado. En San Martín de Valdeiglesias, te metes por el camino frente a la ermita románica y vas directa. Lo que no es muy aconsejable es ir en transporte público. Mi hermana vino en autobús desde la estación de Príncipe Pío y acabó andando un kilómetro. Es tan tacaña que no quiso llamar un taxi. Prefirió caminar y hacernos esperar. Yo ya pensaba que se había perdido.
Cuando llegó todavía le quedaban fuerzas para recorrer con nosotros las 17 sendas que recorren el Bosque Encantado. Es una crac. Mi marido se centró en darnos una clase de naturaleza. Nos fue señalando todas las especies vegetales que conocía. Casi enumera las 500 que hay en este precioso jardín botánico.
Lo tienen muy arregladito. La parte de los bonsais les quedó muy asiática. Pero me interesaron mucho más los cientos de esculturas vegetales. Los jardineros tienen mucha imaginación con una tijera en la mano. Mis hijas veían princesas y dragones por todas partes. Las esculturas lo diferencian de otros jardines botánicos más sositos.
Os recomiendo visitarlo. Lo mejor son sus esculturas vegetales. Por lo demás, hay varios laberintos que valen la pena para perderte con tus acompañantes. Nosotros nos metimos en uno que no parecía tener salida. Encima estábamos cerca de las plantas aromáticas que me dejaban sin respiración con su aroma dulzón.
También pudimos contemplar la cascada del Barbellido, una cascada natural que le da mucho encanto al Bosque Encantado. Pero que nadie piense en grandes cascadas de agua. Es una cosita discreta que casi parece hecha por la mano humana.
Os recomiendo visitar El Bosque Encantado. Lleva dinero porque hay que pagar entradas. No hay día en que no cobren, pero merece la pena pagar para poder pasear entre las esculturas vegetales o ver la pequeña cascada.
También resulta interesante el Gran Espectáculo de miles de luces y colores y figuras de luz al anochecer. Se celebra todos los días, pero el horario puede variar. Puedes entrar solo para ver el espectáculo. Pagarías una entrada más barata.