Cuando entras en la web de CaixaBank y ves una pestaña muy bonita que pone Casa Fácil piensas que se trata de un préstamo para hacer una reforma o algo así. Pues no. Casa Fácil es la hipoteca de CaixaBank que te permite pagar la casa de tus sueños y hacer más rico a este banco catalán. Hay que felicitar a los del departamento de marketing de la entidad catalana.
La Casa Fácil de CaixaBank ha pagado la casa de mi hermana. Le dieron lo máximo que dan: el 80% del importe de la vivienda. Parece que la tasación iba por ahí. Si la tasación es menor, menos dinero te dan. Tú tienes que poner un 20% del valor de la vivienda más los gastos de IVA e ITP. Si no tienes ahorros, no tienes hipoteca.
Mi hermana está pagando por esta hipoteca una cuota mensual que viene suponiendo el 35% de sus ingresos. Va muy pillada. De hecho, le dieron la hipoteca por los pelos. Si no fuera funcionaria, seguro que no le daban ni los buenos días. Pero a los funcionarios suelen darle hipotecas porque tienen trabajos fijos para todas sus vidas.
Yo no recomiendo mucho esta hipoteca. Mi hermana, en cambio, le recomienda la Casa Fácil de CaixaBank a todo el mundo. Está contenta porque paga siempre el mismo tipo de interés. Lo que no le gustó nada fue el período de reflexión. Después de hacer todo el papeleo el banco se toma unas semanas para pensar si te da la hipoteca o no te la da. Mi hermana ya pensaba que no se la concedían cuando la llamaron para decirle que el dinero era suyo y que podía comprar la casa de sus sueños. También puede pagarla. Creo que dejará de herencia esta hipoteca para sus hijos. El dinero no lo dan gratis. Te cobran unas cuotas durante muchos años. La hipoteca de mi hermana es a 30 años. Una pasada.